Zaragocismo y antiimperialismo. Esa es la cosa.

Esta es una explicación de por qué soy aficionado preferente del Real Zaragoza:
Es una manifiestación más de una manera de entender la vida en la que el éxito no es la única recompensa posible.
Para mi es casi un castigo.
Esto no significa que encuentre placer en el sufrimiento, la derrota o el sentimiento de inferioridad (o bajar a segunda). Todo lo contrario.
Vamos que bienaventurados los humildes, porque ellos verán al Real Zaragoza ganar 1 a 5 en el Bernabéu una vez en su vida, o ganara la copa de vez en cuando (y ya lo he visto cuatro veces), o empatar de churro en el último minuto bastantes domingos...
Y si las cosas van mejor. ¡Pues fenomenal!
En la vida lo que vale de verdad es el empeño y dedicación personal que se ponga en cada tarea, no las metas que se alcancen. Y son pocos los que teniendo todo saben valorar lo pequeño.
asi que prefiero emocionarme cada fin de semana pensando que esta vez sí que puede ser posible que gane el Real Zaragoza, que teniendo la certeza de que el Madrid o el Barça se van a merendar a su rival...
Además sólo es futbol.
Dice el refrán que la alegría dura poco en la casa del pobre, pero yo añado que el éste la recuerda toda su vida.